NADA

He disfrutado con la novela de Carmen Laforet y, sobre todo, me llama la atención, su agilidad y viveza para captar dramáticamente las patologías del ‘alma catalana’, en aquel contexto de dura postguerra.

Sorprende la espontaneidad de la protagonista quién en algunas situaciones bordea el equívoco con soltura, y se apodera del lector. También, poco a poco, sin apenas descripciones, Barcelona va tomando cuerpo en el relato, hasta el punto de convertirse en un personaje más.

Tres consideraciones:

– Nunca había percibido un señalamiento tan claro, de los fantasmas y desajustes del temperamento catalán. La forma en que sus agobiantes protagonistas bordean y coquetean con la extravagancia o la locura, sus desmesuras, me ha parecido genial. Y es el entramado social el que soporta y absorbe esos desequilibrios y choques entre los desquiciados personajes.

– Las criticas y comentarios referidos a la obra, que se encuentran por internet, son de pena. Hablar de una obra antifranquista, y cursilerías por el estilo, resulta patético. Lean el libro.

– la novela hace aguas en su tercera parte. La autora recurre al folletín para concluir el periplo vital de la protagonista. A modo de justificación; quizás no tenía otro recurso, dadas las incertidumbres del momento histórico. De hecho, en el contexto de miseria y ausencia de expectativas, el remonte de prosperidad que vendría a continuación, no era previsible.

Por eso me parece surrealista el final, escapando con la familia de la amiga acomodada, a Madrid. ¿Una huída de Cataluña y de sus agobiantes fantasmas?

Carmen Laforet recibió el premio Nadal de 1944, con 23 años.


abril

UN APUNTE SOBRE EL FRANQUISMO

La obsesión de la izquierda por ideologizarlo todo -para controlarlo y controlarnos- le ha llevado a construir un relato mitológico -regresivo y fanático- de la república y un estereotipo satanizado del franquismo, lo que ha difuminado la representación de su robusto y práctico ecosistema económico.

Y es que, como en la película Casablanca, ¡señores, aquí se juega! (¡se jugaba!).

El acceso al circuito económico era fácil; funcionaba con pocas reglas, y claras. Pero no solo eran las actividades: construcción, negocios, pequeñas o medianas empresas de manufactura, comercios… el emprendimiento estaba asegurado a todos los niveles. Desde cooperativas de viviendas, o laborales; los alquileres baratos, la normativa sencilla o la baja fiscalidad.

Desde luego, el que se tratase de una autarquía era determinante para el aprovechamiento de todas la oportunidades.

Todo esto tuvo un correlato político. En la represión de la postguerra y con el exilio, se destruyeron muchas carreras profesionales. Pero con el crecimiento comenzado a final de los 50 -y la fuerte demanda de empleo subsiguiente-, muchos se incorporaron a las nuevas actividades económicas, adaptando ventajosamente su vida profesional a parámetros más modernos. En mi entorno hubo muchos casos significativos.

Cambiando de registro, lo anterior lo podemos verificar, también, en el ámbito del nacionalismo catalán, con el crecimiento espectacular de la economía catalana, en particular. Aquello era un hervidero (fácilmente verificable).

Por parte de la sociedad, y de los sectores nacionalistas, hubo un buen encaje con el régimen; magníficas sinergias. Nada convulsas, a diferencia en el país vasco. La represión, institucional y administrativa, actuaba con regularidad. Y, fuera de ella, transparencia.

Sin pretender incomodar, se diría que el nacionalismo, integrado en aquella sociedad franquista, se adentraba en múltiples aventuras económicas, que no toca aquí pormenorizar. La política del palo o la zanahoria, aplicada sin prejuicios, funcionó.

La transición de la CE78 trajo un modelo nuevo, junto a la globalización y el mercado único europeo. La falta de democracia hizo inviable la continuidad del franquismo; tanto, en el contexto europeo, como por la dinámica social interna.

Otra cosa es si la CE78 ha acertado (personalmente, creo que no) en el encaje de las autonomías en el conjunto. Al final, todo se ha convertido en una caja de resonancia de los desajustes estatales, sin vías de solución.


febrero

Salvaje y cruel invasión rusa de Ucrania


¿preparando el hijab? iconografía musulmana en publicidad halal

te ofrecemos este estupendo e intrigante relato del taller de escritura…

SAINT GUIGNEFORT – 20.02.2022


enero

— no me pregunte por Siria, pregúnteme por Soria (respuesta de Mariano Rajoy a la pregunta de un periodista).