El Cambio Climático. El paso de la laguna Estigia. Patinir, 1515. Museo del Prado.

CUADERNO DE BITÁCORA2022

noviembre

A propósito de Don Manuel

Cae en mis manos Vida y tiempo de Manuel Azaña 1880 – 1940, del historiador Santos Juliá (Ed. Taurus, 2008).

Sobre Azaña iba buscando alguna buena biografía, crítica, para despejar tantas dudas sobre el enrevesado y discutido protagonista del enrevesado y mitificado periodo republicano; que iba a solucionar la crisis histórica de la enrevesada y moralmente desacreditada monarquía alfonsina.

Al poco de proclamarse la república, Josep Pla publicó una crónica sobre la talla de sus políticos. Sin llegar al menosprecio manifiesto de Ortega, se lamentaba Pla que hubieran personajes como Azaña, tan vinculado al Ateneo de Madrid.

‘Puede afirmarse que el Ateneo lo tiene todo resuelto: lo único que falta es hacerlo. Es mucho más fácil hablar de las cosas que hacerlas. Todas las soluciones del Ateneo son apriorísticas. Por ahora, el hombre de las ideas del Gobierno provisional es don Manuel Azaña, intelectual voluminoso, personaje considerable del Ateneo.’

La época

La historia de España es turbulenta. En los siglos XIX y XX, se va abriendo paso -entre sobresaltos y crisis- una vacilante democracia liberal. Simultáneamente hizo presencia el movimiento obrero -muy organizado y conectado internacionalmente-, con un continuo de agitaciones y reivindicaciones revolucionarias. De una radicalidad excitada y con una praxis que -intermitentemente- lo colapsaba todo. A la par, la intervención del ejército en la vida política, con sus golpes y asonadas, animado por el propio Alfonso XIII…

En esta sociedad civil, frágil y sobresaltada, ante los desequilibrios sociales o económicos unos y otros recurrirán a lo excepcional para imponer sus cambios o rupturas. Pero al carecer de vertebración social, al primer traspiés todo se vendrá abajo.

Con todo, la Historia de España no es el resultado de un calentón súbito. España ha padecido las consecuencias de severas limitaciones: la difícil geografía de territorios áridos, secos o desertificados; las zonas interiores, mal comunicadas, afectadas por la despoblación, el caciquismo o el atraso social; los desequilibrios entre la periferia en expansión y el centro peninsular en regresión; la falta de densidad de su sociedad civil; o la virulencia del movimiento obrero -con la dura pugna entre socialistas y anarquistas- que imposibilitaba la estabilidad del Estado.

El personaje

No es fácil consensuar al personaje. Azaña, de infancia tristona, que siempre fue un señor mayor, de gran inteligencia teórica, complicado, complejo…
Alcanzará notoriedad en su madurez, a través del Ateneo de Madrid -que le servirá de escuela y plataforma- y en donde adquiere la cultura política y asociativa.

Todo ello con un laxo curriculum formativo, sin maestros conocidos; con una irregular vida funcionarial y escabulléndose de su obligaciones con la Administración.

Revolución y República

Azaña, diciéndose liberal, en 1923 anuncia la convergencia con los partidos y organizaciones obreras para terminar con la desprestigiada monarquía. Y alienta la ‘revolución’ y una república de legitimación proletaria como exclusivo horizonte político.

La suya es una revolución ideal, de tonos líricos… frente a la de las organizaciones obreras –anarquistas, socialistas y comunistas– que tiene un recorrido histórico; con un discurso radical muy elaborado dialécticamente y enfocado a una praxis en la que la violencia revolucionaria es un recurso gradual.

Lo público, lo privado… y lo íntimo

La ambigüedad y las sombras le acompañarán en su vida. De vibrante oratoria pública; sarcástico y mordaz a nivel privado; soberbio y destructivo en la intimidad.
La lectura de sus ‘diarios’ nos facilita el acceso a su faceta velada y nos permiten intuir su traumatizada intimidad.
Por las noches, a solas con su diario, Azaña atiende a su necesidad de burlarse o embarrar a sus interlocutores del día, especialmente a aquellos con los que ha mantenido un aparente trato de afecto o cortesía.

Personaje circunstancial

Reflejo de una sociedad en crisis histórica y política, buscará asumir un protagonismo que, con la precipitación de acontecimientos, será dramático.

En los siglos xix y xx la sociedad carece de la solidez institucional y vertebración de países como Inglaterra, Alemania o Francia. Lo que explicaría que, dadas las condiciones históricas, se ponga al frente del Estado a personajes circunstanciales. La lista es larga, desde Amadeo de Saboya, los sucesivos presidentes de la I República, Primo de Rivera, Azaña o Franco…

El libro

Me ha sorprendido. El ensayo de Santos Juliá es un tocho.

Buscaba un libro crítico hacia el personaje y su contexto. Nada de eso. El cureta le hace una lamida de culo sonrojante. Eso sí, aporta mucha información, pero redactado con una textualidad hermética que impide pasar la luz. Una homilía pegajosa y manipuladora.

Una lástima. Y es que Santos Juliá se desmarcó del proyecto de Memoria Historica iniciado por Zapatero, señalando sus graves errores. Descanse en paz.


la parodia politica española

junio

te ofrecemos un agradable relato del taller de escritura… TARDEO POR RUZAFA (02.06.22)


te ofrecemos un agradable relato del taller de escritura… OÑA (17.04.22)


NADA

He disfrutado con la novela de Carmen Laforet y, sobre todo, me llama la atención, su agilidad y viveza para captar dramáticamente las patologías del ‘alma catalana’, en aquel contexto de dura postguerra.

Sorprende la espontaneidad de la protagonista quién en algunas situaciones bordea el equívoco con soltura, y se apodera del lector. También, poco a poco, sin apenas descripciones, Barcelona va tomando cuerpo en el relato, hasta el punto de convertirse en un personaje más.

Tres consideraciones:

– Nunca había percibido un señalamiento tan claro, de los fantasmas y desajustes del temperamento catalán. La forma en que sus agobiantes protagonistas bordean y coquetean con la extravagancia o la locura, sus desmesuras, me ha parecido genial. Y es el entramado social el que soporta y absorbe esos desequilibrios y choques entre los desquiciados personajes.

– Las criticas y comentarios referidos a la obra, que se encuentran por internet, son de pena. Hablar de una obra antifranquista, y cursilerías por el estilo, resulta patético. Lean el libro.

– la novela hace aguas en su tercera parte. La autora recurre al folletín para concluir el periplo vital de la protagonista. A modo de justificación; quizás no tenía otro recurso, dadas las incertidumbres del momento histórico. De hecho, en el contexto de miseria y ausencia de expectativas, el remonte de prosperidad que vendría a continuación, no era previsible.

Por eso me parece surrealista el final, escapando con la familia de la amiga acomodada, a Madrid. ¿Una huída de Cataluña y de sus agobiantes fantasmas?

Carmen Laforet recibió el premio Nadal de 1944, con 23 años.


abril

UN APUNTE SOBRE EL FRANQUISMO

La obsesión de la izquierda por ideologizarlo todo -para controlarlo y controlarnos- le ha llevado a construir un relato mitológico -regresivo y fanático- de la república y un estereotipo satanizado del franquismo, lo que ha difuminado la representación de su robusto y práctico ecosistema económico.

Y es que, como en la película Casablanca, ¡señores, aquí se juega! (¡se jugaba!).

El acceso al circuito económico era fácil; funcionaba con pocas reglas, y claras. Pero no solo eran las actividades: construcción, negocios, pequeñas o medianas empresas de manufactura, comercios… el emprendimiento estaba asegurado a todos los niveles. Desde cooperativas de viviendas, o laborales; los alquileres baratos, la normativa sencilla o la baja fiscalidad.

Desde luego, el que se tratase de una autarquía era determinante para el aprovechamiento de todas la oportunidades.

Todo esto tuvo un correlato político. En la represión de la postguerra y con el exilio, se destruyeron muchas carreras profesionales. Pero con el crecimiento comenzado a final de los 50 -y la fuerte demanda de empleo subsiguiente-, muchos se incorporaron a las nuevas actividades económicas, adaptando ventajosamente su vida profesional a parámetros más modernos. En mi entorno hubo muchos casos significativos.

Cambiando de registro, lo anterior lo podemos verificar, también, en el ámbito del nacionalismo catalán, con el crecimiento espectacular de la economía catalana, en particular. Aquello era un hervidero (fácilmente verificable).

Por parte de la sociedad, y de los sectores nacionalistas, hubo un buen encaje con el régimen; magníficas sinergias. Nada convulsas, a diferencia en el país vasco. La represión, institucional y administrativa, actuaba con regularidad. Y, fuera de ella, transparencia.

Sin pretender incomodar, se diría que el nacionalismo, integrado en aquella sociedad franquista, se adentraba en múltiples aventuras económicas, que no toca aquí pormenorizar. La política del palo o la zanahoria, aplicada sin prejuicios, funcionó.

La transición de la CE78 trajo un modelo nuevo, junto a la globalización y el mercado único europeo. La falta de democracia hizo inviable la continuidad del franquismo; tanto, en el contexto europeo, como por la dinámica social interna.

Otra cosa es si la CE78 ha acertado (personalmente, creo que no) en el encaje de las autonomías en el conjunto. Al final, todo se ha convertido en una caja de resonancia de los desajustes estatales, sin vías de solución.


febrero

Salvaje y cruel invasión rusa de Ucrania


¿preparando el hijab? iconografía musulmana en publicidad halal

te ofrecemos este estupendo e intrigante relato del taller de escritura…

SAINT GUIGNEFORT – 20.02.2022


enero

— no me pregunte por Siria, pregúnteme por Soria (respuesta de Mariano Rajoy a la pregunta de un periodista).

Anti Aub

Releo La Gallina Ciega de Max Aub (1903 – 1972), y me sabe a gallina vieja.

La visita.

Exiliado en México, tras la derrota de la república, en 1969, Aub, viaja a España con un visado de tres meses. Durante su estancia recogerá diferentes opiniones, lo que le permitirá, a su vuelta, hacer una serena reflexión sobre el franquismo y el futuro de España.

Escritor integrado en la brega política española.

La familia Max Aub provenía de Francia. El padre, comerciante acomodado, se instaló en Valencia hacia 1918. Aub, afiliado al PSOE; su buena disposición intelectual propició su integración en la vanguardia de la época.

Y con los gobiernos del Frente Popular, asumirá significadas responsabilidades culturales y políticas.

Todo se truncó con la derrota en la guerra. Escapó a Francia y de allí marchó a México, en donde se instaló con su familia.

Prolífico escritor de buenos relatos (no hay que perderse el divertido La verdadera historia de la muerte de Francisco Franco) y de teatro moderno, pero también de mediocre literatura de trinchera:

A un fascista, soneto
Sembrando muerte dais más alta vida
a este pueblo infeliz, echando a tierra
la que al aire oponía, fuerte sierra,
dando a torrentes mil, atroz salida.
Maltrecho por tu envidia carcomida
lo que en escombros tu furor entierra
vivo renace dándote otra guerra,
los surcos vueltos nube ayer dormida.
Si derribas estatuas, mármol queda
para nuevas figuras vencedoras.
Allá tú con tus máquinas traidoras,
aquí nosotros con desnudas manos.
A ti la muerte todo te lo veda,
cada muerte me da nuevos hermanos.

Metica, amigable y muy socialite, a lo largo de su vida conoció y trató con buena parte de las élites artísticas y literarias.

Dialéctica emocional.

Al haber trabajado en la empresa mercantil de su padre lo aprovechará para incorporar en su metanarrativa la diferencia entre el valor aparente de las cosas, y el real, más escondido.

Gran parte de su obra es didáctica. Mediante la escritura, construye una bóveda textual que alberga micromundos y personajes contradictorios, en aparente conflicto. Al final emergerá, contenedor, el juicio moral superior (el mito); idea fuerza que le servirá para equilibrar y dar sentido al conjunto.

Por supuesto, este bien superior es el triunfo de la clase obrera o de la revolución marxista. O una II República española mitificada (y en concreto su experiencia del Frente Popular).

O activista político o buen escritor.

Con esto llegamos al punto de hacer una valoración crítica: Aub es de escritura ágil y productiva, además del activista cultural y político, que fue, del Frente Popular republicano.

De gran inteligencia natural, incorporado tardío a la cultura española (a los 13 años vino a España), su sólida formación es francesa y clásica. Se subirá al tren en marcha de la literatura española recurriendo a la intertextualidad y el pastiche.

En la turbulenta época que le tocó vivir, construye su personalidad a partir del constructivismo discursivo y su voluntarismo.

Con un dominio dramático evidente, siempre teatrero, dandy, contenido y maledicente divo textual, expresándose a través de terceros inexistentes… ¡hasta llegar a autopostularse como el escritor más representativo de la generación de la guerra!.

Acrítico, disciplinado, fiel a sus vínculos políticos; en México continuó su agrio posicionamiento en contra del socialista Prieto, y a favor de las tesis de Negrín (Unidad de Acción con los comunistas).

A lo largo de su vida -y su obra- mantendrá la identificación (la confusión) entre el activista, el escritor, y el solícito esposo y padre de familia, de amplia vida social.

Buen comunicador, con mucho postureo, siempre haciendo como que se sincera; pero carente de sobriedad literaria. Leyéndole se añora a Baroja; o a Semprún.

La verdadera importancia de Aub.

Como dice Roberto Bolaño la literatura no es inocente.

Aub no es un escritor popular. Se le cita pero no se le lee. Y Aub tensa la mirada política sobre la literatura. Lo cual, lo complica todo.

O no. La izquierda, como hacen los viejos con su miedo a la muerte, se implicará (con éxito) en controlar la cultura y las ideas, amorrándose al mito de la inmortalidad (republicana). Y eso tendrá que ver con la mediocridad de la literatura española actual.

En 2017, Jose Luis Rodriguez Zapatero puso en marcha la iniciativa de la Memoria Histórica. Un proyecto político de largo alcance, articulado en plataformas bien regadas de dinero público, con voluntad de ingeniería social, en el que acoplarán al personaje, su obra y a su familia.

Con un doble (des)propósito: el blindaje del tropo histórico de la II República; y el añadido vaporoso de la plurinacionalidad ibérica.

La figura y la obra de Aub se institucionalizará y reforzará a través de la Fundación Max Aub (Ministerio de Cultura, Generalitat Valenciana, Diputación Provincial de Valencia, Diputación Provincial de Castellón, Ayuntamiento de Segorbe, Fundación Bancaja), de la Fundación Alfonso El Magnánimo, la Universidad de Valencia (Proyecto Prometeo financiado por la Generalitat Valenciana), con la participación de catedráticos (Juan Oleza) e investigadores (Eva Soler Sasera). Y más.

El considerable apoyo institucional potenció al icono político en demérito del escritor real. Y ahí se ha quedado.